Resumen:
“En esta reflexión se realiza una aproximación entre la ciudad como ámbito complejo, plural y lleno de contradicciones y, el ser humano como sujeto de anhelos profundos, como ser llamado a la oración y contemplación en medio de la situación de sequedad, de aridez espiritual, o de extremos contrastes. Desde el presupuesto de la vulnerabilidad y la convicción de ese gran anhelo presente en el interior de todo ser humano, se trata de esclarecer los nexos entre oración y ciudad para identificar así el lugar y el rol del orante en medio de la urbe. Oración y ciudad podrían hacer una buena alianza, oportunidad de recuperación de la humanidad en la ciudad, de reconocer al Dios que habita en la ciudad.”