Resumen:
“Se analiza una perspectiva del acompañamiento que trasciende los escenarios tutoriales, ubicándose en una dimensión humana, que implica ampliar sus compresiones desde una ética de la vida, entendida como el reconocimiento de las fragilidades de los seres humanos, quienes, en tiempos de pandemia, como la que se vive, pueden empoderarse desde la educación, de modo que impriman nuevos sentidos para aportar herramientas de afrontamiento de las crisis. Los tiempos actuales, reconfigurados por el COVID-19 requieren de cambios y recomposiciones. El acompañamiento, en este contexto, asume una fuerza telúrica, movilizándose hacia la necesidad de estar juntos, enfatizando en un con-vivir para generar espacios de equilibrio y bien-estar.”