Resumen:
“Cuando hablamos de educación popular en América Latina, nos encontramos ante dos factores: Por un lado, la existencia no de una teoría, un método o una idea llamada “educación popular”, sino de un hecho político innegable que está marcando de maneras diversas el avance de los distintos movimientos populares en nuestro continente. Por otro lado, la indefinición de lo que este hecho significa, de su carácter, su rol y sus perspectivas. […] Se trata pues, de llegar a precisar una concepción de educación popular que no pretende ser rígida y universal en su formulación, sino que sirva como una guía para la acción, orientando de esa manera particular –e incluso distinta— las diferentes actividades educativas.”