Resumen:
“Un gran movimiento se ha puesto en marcha por el último Papa, y lo ha seguido Pío X, por una extensión más amplia y más cuidadoso estudio de la Sagrada Escritura. […] Como nuestra profesión nos llama a conocer todo lo que puede alimentar, fortalecer y adornar el espíritu cristiano, estamos realmente llamadas a tener un buen conocimiento de las escrituras, ser estudiantes de manera humilde de la Sagrada Escritura. Aparte de toda controversia, sea de alto o bajo criticismo. A nosotras no nos corresponde ninguna discusión de textos o de la autoridad. No tenemos ni el deber ni los medios…”