Resumen:
“La Convención sobre la Diversidad Biológica completó los instrumentos internacionales que la comunidad mundial había desarrollado en el periodo previo y posterior a la primera Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, celebrada en Estocolmo en 1972. La Convención del Patrimonio Mundial fue uno de los primeros de esos instrumentos, y desde su adopción por la Conferencia General de la UNESCO ese mismo año, ha hecho una aportación muy importante al asegurar la conservación de los lugares más destacados a nivel mundial para la biodiversidad y los ecosistemas. […] En este número se explora cómo la Convención del Patrimonio Mundial contribuye a la consecución de estos objetivos, trabajando en sinergia con otros instrumentos. […] Estos artículos demuestran cómo estos instrumentos diversos contribuyen de manera complementaria y sinérgica al objetivo de conseguir un desarrollo sostenible.”